miércoles, 29 de mayo de 2013




200 AÑOS DE LA LLEGADA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR A LA NUEVA GRANADA.


El Libertador Simón Bolívar luego de su formación intelectual en Europa, dirigida por el sabiol Marqués de Ustariz, contrajo matrimonio con doña María Teresa Rodríguez del Toro y regresó a su natal Venezuela para ocuparse de sus prósperos negocios. Poco le duró la felicidad conyugal; Maria Teresa falleció en Caracas y Bolívar regresó a Europa, dedicándose a conocer el viejo continente. Su modo de vida fue sibarítico y a juicio de muchos biógrafos: desordenado y excéntrico. Acompañado de su maestro Rodríguez recorre gran parte de Europa, presenció la coronación de Napoleón, primero en París y luego en Milán; en Roma juró luchar por la independencia de América y regresó a su patria por la vía de los Estados Unidos de América, país soberano e independiente en donde conoció la estructura geopolítica de una Federación de Estados.

Al regresar a Caracas, los fermentos revolucionarios se habían multiplicado. En la “cuadra de Bolívar”, conspiraron los ilustrados caraqueños; Miranda fue la cabeza visible de la revolución y así inició la primera república venezolana, de cuyos ejércitos hizo parte don Simón Bolívar Palacio.

Esa primera revuelta venezolana fracasó; Bolívar fue derrotado en Puerto Cabello, Miranda fue apresado y el régimen español retomó el poder. El Libertador salió bien librado de este trance, puesto que consiguió un salvoconducto, que le permitió salir exiliado a las Antillas, en donde reflexionó sobre los hechos ocurridos y decidió continuar con su tarea libertadora.

Fijó Simón Bolívar sus ojos en la ciudad de Cartagena, capital de la provincia del mismo nombre, en el Nuevo Reino de Granada, la cual se encontraba en manos patriotas, pero luchando duramente contra el opresor imperio español, asentado en la provincia de Santa Marta, que buscaba a todas luces conservar el dominio de estas tierras.

El 2 de noviembre de 1812, llegó don Simón Bolívar a Cartagena  y entregó a los americanos un “manifiesto” que “figura como presentación a un folleto que edita conjuntamente con sus compatriotas el Dr. Vicente Tejera y el comandante Miguel Carabaño, donde se reproducen las capitulaciones de Miranda con Monteverde y varias proclamas de Monteverde”[1]

Para Simón Bolívar, la capitulación firmada con Monteverde,  había sido un acto de cobardía del general Miranda, quien no había atendido el reclamo de más de siete mil hombres acantonados en el cuartel de “La Victoria” y que querían luchar desesperadamente para liberar la patria venezolana.

Escribió el Liberador en su manifiesto:
             “Cerremos para siempre las puertas de la conciliación y la armonía:           que ya no se oiga otra voz que la indignación. Venguemos tres siglos    de ignominia…” y terminó su proclama  escribiendo: “¿Pero podrá existir un americano, que merezca este glorioso nombre, que no          prorrumpa en un grito de muerte contra todo español, al contemplar      el sacrificio de tantas víctimas inmoladas en toda la extensión de     Venezuela? No, no, no.”[2]

Durante todo el mes de noviembre Bolívar permaneció en Cartagena; se reunió con sus paisanos y con los personajes del gobierno de la provincia, pero su objetivo fue el Congreso de la Nueva Granada y el día 27 de ese mes dirigió un comunicado a dicho Congreso, en donde explicó detalladamente las causas del fracaso de la primera república venezolana y solicitó la protección de la Nueva Granada, informando al Congreso acerca de su participación activa en la contienda civil que enfrenta el Estado soberano de Cartagena, contra la realista provincia de Santa Marta.

Remató el Libertador con estas palabras:
            “ (hay que ) cumplir con los deberes sagrados de recobrar la libertad           de la América del Sur, establecer en ella las santas leyes de la justicia        y restituir sus naturales derechos a la humanidad”[3]

Estos escritos fueron el preámbulo del muy importante pliego, conocido popularmente como el “Manifiesto de Cartagena” promulgado por el Libertador en esa ciudad el 15 de diciembre de 1812 y cuyo nombre oficial es “Memoria a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño”. Este documento, tremendamente vigente luego de doscientos años de escrito, puede ser uno de los filones históricos que se deben estudiar en estas conmemoraciones bicentenarias.

Simón Bolívar entró a hacer parte de las fuerzas militares del Estado de Cartagena y el 21 de diciembre tomó posesión del mando de una guarnición militar acantonada sobre el rio magdalena y conocida como Barrancas. Se preparó para la guerra apoyándose en uno de sus principios militares: “toda guerra defensiva es perjudicial”

El día 23, en un ataque sorpresa se tomó el puesto realista de Tenerife, arengó a sus habitantes  y los increpó: “os pregunto si reconocéis y juráis fidelidad y obediencia al soberano gobierno del Estado de Cartagena con todas las formalidades del caso”[4]  los habitantes de Tenerife reconocieron y juraron fidelidad a Cartagena. Seguidamente Bolívar hizo presencia en Plato y Zambrano, obteniendo los mismos resultados.

Continuó el Libertador su marcha militar y arribó el día 27 a la muy importante ciudad de Mompox, en donde fue recibido con gran júbilo y proclamado como comandante militar de la ciudad. Allí el Libertador reforzó su ejército con más de 400 momposinos que le ayudaron a continuar con su campaña por el río Magdalena.

El día 30 ocupó la  población de Guamal abandonada por los realistas ante la inminencia del ataque de Bolívar, solicitó al corregidor de Mompox enviar jefes civiles y militares y se dirigió al estratégico puerto de El Banco situado en la confluencia del rio Cesar, con el Magdalena, lo que le da una gran importancia militar.

El año de 1813, hace doscientos años, recibió al Libertador, triunfador en El Banco. Los realistas abandonaron el puerto y Bolívar decidió atacarlos, adelantándose por vía terrestre y a marchas forzadas, llegó a Chiriguaná, y allí esperó al enemigo que viajaba lentamente por el río Cesar. En ese poblado se dio la acción militar, Bolívar triunfó, capturó gran número de prisioneros españoles y recibió una importante cantidad de pertrechos y municiones.

No habían salido los pueblos del Magdalena de su asombro, cuando el Libertador, el día 6, y de una manera intempestiva, se apoderó de Tamalameque, persiguió a la guarnición realista que salió huyendo y la aniquiló completamente, siguió su viaje por el Magdalena y llegó a la actual Gamarra (hace 200 años, puerto de Ocaña) en donde se encontró con las fuerzas patriotas de Cundinamarca.

Desde Gamarra, el 8 de enero de hace 200 años, Simón Bolívar se dirigió nuevamente al Congreso de la Nueva Granada:

            “Tengo la satisfacción de participar a Ud. que habiendo sido en       cargado por el gobierno del Estado de Cartagena de pacificar los       lugares que ocupaban los enemigos en el sur de la Provincia de Santa          Marta, desde la villa de Tenerife hasta la ciudad de Ocaña, he       logrado poner en libertad la navegación del Magdalena…(…); y             puesto en vergonzosa fuga las reliquias de Guamal, Banco,             Chiriguaná y    Tamalameque. Bien pronto tomaré posesión de     Ocaña. Todas estas     operaciones se han ejecutado en el término   de quince días.”[5]

El 12 de enero, el Libertador se encontraba en la patriótica ciudad de Ocaña con lo que consolida la liberación del río Magdalena y deja libre el camino hacia Cúcuta; esto le permitirá continuar hacia su natal Venezuela. En Ocaña  revisó la situación de Pamplona amenazada por el español Correa desde Cúcuta, pero es consciente de que no tiene autorización de sus jefes de Cartagena para realizar este proyecto.

A finales de enero de 1813 Simón Bolívar regresó a Mompox en busca de la autorización para continuar a Cúcuta, durante su viaje revisó las poblaciones conquistadas y luego de obtener permiso para atacar, regresó con armas y municiones a la ciudad de Ocaña el 7 de febrero de 1813.

El objetivo del Libertador fue claro: “defender a Pamplona, liberar a Cúcuta y redimir a Venezuela”  y fue así como el día 15, marcha de Ocaña a reunirse con el coronel Castillo para proceder a invadir a Pamplona; el día 22 entró victorioso a “Salazar de las Palmas” luego de vencer a la vanguardia española en el “alto de la Aguada” que da paso al valle de Cúcuta.

El 28 de Febrero, Bolívar se tomó a Cúcuta; veamos como lo narra el Libertador:

            “Después de haber llegado a mi cuartel general de San Cayetano los            pertrechos y retaguardia, y ciento y pico de hombres de las tropas de        la Unión…(…) pasamos ayer tarde el río Zulia, y al amanecer de este          día nos pusimos en marcha  hacia esta villa, capital de Cúcuta y            cuartel general del enemigo.  Aún no eran la nueve de la mañana   cuando nos encontramos posesionados de la altura que domina el   valle, desde donde empezamos a batir al enemigo que se había acampado afuera de la villa (…) y cansados ya de cuatro horas de   combate, entramos a la bayoneta, por habérsenos casi acabado  las           municiones de fusilería.
            El enemigo sobrecogido en este momento de un terror pánico, se     escapa precipitadamente, dejando en nuestro poder la plaza,            artillería, pertrechos, fusiles, víveres y cuantos efectos pertenecían al          gobierno español y a sus cómplices.
            Hemos alcanzado la más completa victoria…”[6]

El primero de marzo; Bolívar proclamó a los habitantes de Cúcuta su nueva libertad y los documentó acerca de los requisitos y normas a cumplir; se dirigió a San Antonio, en Táchira, en donde se dirigió a los habitantes del poblado proclamando entre otras cosas:

             “En este día ha resucitado la República de Venezuela, tomando el primer aliento de la patriótica y valerosa Villa de San Antonio”[7]

La resurrección de la República de Venezuela es por tanto un feliz aporte de la Nueva Granada y fueron los valerosos soldados de la Unión: cartageneros, momposinos, cundinamarqueses y santandereanos, los que hicieron este regalo de libertad a la hermana república.

El Libertador permaneció en Cúcuta el mes de marzo, el mes de abril  y hasta el 15 de mayo, su trabajo intelectual fue muy febril; se dedicó a dirigir comunicados al poder ejecutivo de la Unión, al presidente de las Provincias Unidas de la Nueva Granada y al gobierno de Cartagena.

El 12 de marzo de 1813 los representantes de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, reunidos en Tunja, otorgaron al coronel Bolívar el grado de brigadier general y el título de ciudadano de la Nueva Granada.

Reflexión: Bolívar se convirtió en ciudadano de la Nueva Granada el 12 de marzo de 1812; estamos próximos a celebrar doscientos años de ese acontecimiento y debemos conmemorarlo con orgullo, puesto que esta efemérides hará recordar al mundo, que el Libertador no solo es Venezolano; que es tan colombiano como cada uno de nosotros, por haber sido reconocido como ciudadano de nuestro país gracias a sus servicios.

Quiero recomendar a los miembros de la Sociedad Bolivariana de Antioquia, el estudio de los documentos del Libertador Simón Bolívar durante este período en Cúcuta y muy especialmente las comunicaciones cruzadas con el presidente de la Unión, don Camilo Torres y Tenorio. En estos documentos se puede ver claramente la confianza y el apoyo que el mandatario prestó en un momento decisivo, a la campaña por la libertad de América.

El 16 de abril, Simón Bolívar pasó a San Cristóbal, en Venezuela, y se dirigió a La Grita, con el ánimo de revisar la vanguardia del ejército comandado por el coronel Castillo. Regresó a Cúcuta y retomó la tarea de producir comunicaciones e informes destinados al Presidente Camilo Torres.

El 14 de mayo de hace 200 años, Simón Bolívar partió de Cúcuta con aproximadamente 500 hombres; fue en busca de su sueño y en pos de un juramento. Inició la campaña de Venezuela que la historia recordará como la “Campaña Admirable”, la cual merece juicioso estudio y será otro tema que trataremos en una oportunidad posterior.

Por lo pronto dejemos aquí este trabajo, considero que tenemos abundante material para revisar durante todo esta año, buscando conmemorar dignamente los doscientos años de la llegada a la Nueva Granada de ese gran hombre que fue Don Simón Bolívar y Palacio.


Rafael Iván Toro Gutiérrez
Sociedad Bolivariana de Antioquia
Febrero 28 de 2013


[1] Bolívar día a dia.Fabio Puyo Vasco y Eugenio Gutiérrez Cely. Pág. 139
[2] Simón Bolívar, obras completas vol. IV pág. 108 - 111
[3] Op. Cit vol I pag 39-40
[4] Óp. cit vol IV pág. 127-130
[5] Óp. Cit Vol. IV pág. 133-134
[6] Op cit. Vol Iv. Pag 154-157
[7] OP. Cit. Vol IV pag 419

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